El protagonismo histórico de Bujalance se debe, principalmente, a su localización y a la riqueza de su suelo, sirviendo como muestra de su magnífica ubicación, el hecho de que la calzada romana que unía Córdoba con la comarca de Cástulo, pasaba por esta población.
El nombre de la ciudad aparece en la época romana ( No hay ningún documento que lo acredite). Para algunos fue Calpurniana, para otros Bursabolis, Borjalimar o la célebre Colonia Baetis. Otros creen que el topónimo actual nace de los términos Vogia y Laos (el pueblo de Vogia), es decir, un auténtico gazpacho de suposiciones e incongruencias sin la menor validez científica. Los árabes la llamaron Bur? al-Hanaš, que significa Fortaleza de la Culebra. Se preferencia el término fortaleza al de torre, pues torre en lengua árabe es Manar, de ahí Alminar Manara (faro). De ahí derivaría el nombre actual: Burialhanç, Burialhançe, Buxalançe, Buxalanze, Buxalance, Bujalance.