Gracias a un privilegio concedido el 18 de agosto de 1638 por el rey D. Felipe IV de Austria, Callosa fue elevada al rango de Villa y con el título de Real. Este mismo monarca le concedió entrada y voto en Cortes en 1645.
Ya en el siglo XX, concretamente el 10 de noviembre de 1925, se publicó un Decreto elevándola a Ciudad, fruto de la visita efectuada por Alfonso XIII el 4 de abril de ese mismo año.
La ciudad es conocida, entre otros aspectos, por su indusria, base de la economía local, destacando las de manufactura de fibras sintéticas, que abastecen el 70% de los mercados nacional e internacional, en hilos, cuerdas y redes, elevándose hasta el 80% referido a redes de protección y para el deporte.